15 de abril. Llego sobre las 18 h al embalse y me encuentro un grupo numeroso de tarros blancos que se van al sentirme, pero queda una familia de flamencos, los padres con dos hijos, que siguen desplazándose tranquilamente
Poco a poco vuelven numerosos ejemplares y hay luchas por las hembras.
También un somormujo solitario se mueve entre los tarros
Al avanzar la tarde, llega una pareja de garcillas bueyeras
Y, finalmente, alguna garceta común y una excitada y sonora grajilla occidental. Pasa un aguilucho lagunero y nadie le hace caso. Es impresionante la cantidad de tarros que se reúnen. Es hora de volverse a casa.